#redessociales || Las celebraciones de Navidad y Año Nuevo suelen venir acompañadas de cenas abundantes, horarios extendidos y una mayor variedad de alimentos, factores que cada año generan un aumento significativo de consultas por indigestión, gastritis, reflujo e intoxicaciones alimentarias en las clínicas del país. Según el Dr. Günther Poppele Molina, gastroenterólogo de la Clínica Anglo Americana, el sistema digestivo trabaja “al límite” durante estas semanas debido a la mezcla excesiva de comidas grasosas, dulces, bebidas alcohólicas y cenas tardías, lo que irrita la mucosa gástrica y retrasa la digestión.
El especialista advirtió que muchos de los platos tradicionales se consumen en cantidades elevadas y sin una adecuada planificación, situación que puede complicar a personas con gastritis, reflujo, diabetes u otras enfermedades crónicas. También alertó sobre el incremento de intoxicaciones alimentarias, relacionadas principalmente con fallas en la cadena de frío, contaminación cruzada y cocción insuficiente durante la preparación de alimentos en casa.
Poppele recomendó moderar las porciones, evitar combinaciones muy pesadas, adelantar las cenas, mantener una correcta manipulación de alimentos y consumir alcohol con responsabilidad. Las personas con enfermedades digestivas deben priorizar alimentos suaves y mantener su tratamiento habitual. Ante molestias leves como acidez o hinchazón, se sugiere hidratación y evitar irritantes; sin embargo, si los síntomas persisten más de cuarenta y ocho horas o aparecen señales de alarma como fiebre, vómitos persistentes o dolor abdominal intenso, se debe acudir de inmediato a un servicio de emergencia.




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