#Noticias || #lambayeque || VECINOS DENUNCIAN DESCONTROL Y PRESUNTO ALQUILER IRREGULAR DE PERMISOS EN PARADEROS INFORMALES DEL CENTRO DE CHICLAYO
En el cruce de las calles Manco Cápac, Leoncio Prado y la avenida Sáenz Peña, en pleno centro de Chiclayo, la rutina diaria se ha convertido en un escenario caótico: gritos, autos en doble fila y hombres que interceptan a los peatones para ofrecer viajes hacia Ferreñafe y los distritos azucareros.
Para los vecinos, lo que ocurre no es una actividad aislada, sino un sistema que —afirman a Correo— opera amparado en presuntos permisos municipales alquilados a privados y bajo la aparente indiferencia de las autoridades.
Denuncia vecinal sin respuesta
“A las cinco de la tarde esto se vuelve tierra de nadie. Los llenadores se adueñan de la calle, te empujan, te insultan si reclamas. Parece que la Policía se hubiera olvidado de que existimos”, relató María Huamán, vecina de Leoncio Prado desde hace 22 años.
Los residentes formalizaron hace semanas una denuncia dirigida al mayor PNP Santiago Pedro Quiñones Berrospi, jefe de la Unidad de Tránsito y Seguridad Vial de Chiclayo. Sin embargo, hasta la fecha no han recibido respuesta.
Sospechan de alquiler irregular de permisos municipales
La principal sospecha de los vecinos apunta a un presunto alquiler irregular de permisos municipales para la habilitación de cocheras que, en la práctica, funcionan como paraderos informales. Sostienen que la Policía de Tránsito no ejecuta operativos para ordenar la zona.
De acuerdo con las juntas vecinales, la Beneficencia Pública de Chiclayo habría firmado un contrato con un particular para operar un estacionamiento; no obstante, según denuncian, ese predio estaría siendo utilizado para organizar salidas constantes de autos colectivos hacia otras provincias.
Conducta agresiva y temor en la zona
Los vecinos aseguran que el problema no se limita al uso informal de las calles, sino también al comportamiento violento de los llamados “llenadores”. “Hace unos días le gritaron a mi hija porque pasó cerca del carro. Le dijeron que se aparte, como si ellos fueran dueños de la vereda. Hay miedo”, contó Jorge Guanilo, residente de la zona.







