#Internacional || La creciente tensión militar entre Estados Unidos y Venezuela ha provocado la interferencia deliberada de señales GPS en el Caribe, una medida defensiva destinada a proteger activos estratégicos frente a posibles ataques con drones y municiones guiadas. Según análisis de universidades y empresas de datos satelitales, buques de guerra estadounidenses y fuerzas armadas venezolanas están bloqueando estas señales alrededor de bases militares, refinerías y zonas sensibles. Expertos señalan que estas acciones, aunque defensivas, se están superponiendo y amplificando, lo que incrementa los riesgos en una región clave para la navegación aérea y marítima.
Esta interferencia ha tenido un impacto directo en el transporte civil, al degradar sistemas esenciales de navegación y comunicación utilizados por aeronaves, barcos y dispositivos civiles. La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos emitió una alerta instando a las aerolíneas a extremar precauciones al operar sobre Venezuela y el sur del Caribe hasta febrero de 2026, debido al deterioro de la seguridad y a la actividad militar. Incidentes recientes, como un casi choque entre un avión comercial y una aeronave militar sin transpondedor activo, han reforzado la preocupación, llevando a varias aerolíneas internacionales a cancelar o desviar vuelos para proteger a tripulaciones y pasajeros.







