#iquitos EXPECTATIVA VS. REALIDAD: LA ALAMEDA TURÍSTICA DE IQUITOS, UNA OBRA MILLONARIA QUE NO DESPEGA.
La Alameda Turística de Iquitos fue presentada como un proyecto emblemático de recuperación urbana, con una maqueta que prometía áreas verdes, dinamización económica y un espacio atractivo para vecinos y visitantes, sin embargo, hoy la realidad dista mucho de esa expectativa.
Durante su construcción una obra de inversión millonaria numerosos negocios del entorno cerraron o quebraron debido a los prolongados trabajos y a la falta de medidas de mitigación. Lejos de reactivarse tras la inauguración, la zona luce desolada: locales cerrados, escaso tránsito y, a duras penas, la presencia de ambulantes que venden popcorn y otros productos de paso.
El diseño urbano también genera cuestionamientos. Las estructuras que supuestamente evocan la época del caucho no logran transmitir identidad histórica; para muchos vecinos, se asemejan más a “huevos de avestruz” deteriorados que a un concepto patrimonial coherente. A ello se suma la reciente instalación de sombrillas de bajo costo, cuyo acabado y durabilidad ya despiertan dudas ante el viento y las fuertes lluvias de la ciudad.
Lejos de corregir los problemas de fondo, se percibe un intento de maquillar la obra. Vecinos y transeúntes denuncian olores persistentes a orine, falta de limpieza, ausencia de fiscalización y nula presencia de autoridades para el ordenamiento del espacio público. La seguridad y el mantenimiento siguen siendo tareas pendientes.
La comparación con la maqueta inicial es inevitable: donde se prometía vegetación y mejores acabados, hoy hay concreto expuesto, mobiliario cuestionable y un entorno que no incentiva la inversión ni la permanencia. La Alameda Turística de Iquitos, concebida para revitalizar, hoy enfrenta críticas por no cumplir su propósito y por dejar más preguntas que respuestas sobre planificación, diseño y gestión de obras públicas.







