#Entretenimiento || El film Chavín de Huántar recrea en clave alegórica el rescate de rehenes de la residencia de la embajada de Japón en 1996, destacando la preparación y valentía de los comandos que participaron en la operación. Aunque la cinta ofrece una sólida puesta en escena, también omite elementos históricos que han generado debate, como el contexto político de la época y detalles sobre la actuación de algunos magistrados durante el operativo. La película, sin embargo, funciona como un homenaje a los comandos y a los rehenes que resistieron durante los cuatro meses que duró el secuestro.
Entre los hechos menos conocidos está la historia de Carlos Ernesto Giusti, magistrado de la Corte Suprema y única víctima civil del rescate. Su fallecimiento, producto de un disparo durante la irrupción, dejó un vacío en el sistema judicial, donde era considerado una figura con potencial de liderazgo. Su memoria enfrentó obstáculos incluso después de su muerte, reflejando problemas estructurales del Poder Judicial que se arrastran desde hace décadas. El texto plantea que la ausencia de liderazgos renovados mantiene al sistema en crisis y evoca a Giusti como un ejemplo de integridad que hoy sigue siendo necesario.
